Reseña Histórica
Nuestro querido y recordado Francisco Mendoza Córdova impulsado por su fe católica asumió el cargo de mayordomo mayor de "Nuestra Santísima Virgen de las Mercedes" inculcándole la fe católica a sus hijos: Pedro, Pablo y Manuel, para que luego cada uno de ellos siga con la devoción a Nuestra Madre. Ya transcurrido los años asume la total responsabilidad Pablo Fidel Mendoza Ramos apoyado por sus hermanos.
Por el año 1987 sus hijos y yernos guiados por la fe católica deciden ser partícipes de la Mayordomía de Nuestra Madre. Tratando de acrecentar la fe en el pueblo decidieron sacarla en procesión para que así colme de bendición a todos los hogares de San Juan Bautista. Asimismo ellos se encargaron de que las festividades a Nuestra Madre sean reconocidas en los demás caseríos. También logramos que la fe en ella crezca en personas que viven en Lima, puesto a que viajaban a conocerla y al verla les irradiaba la fe católica hasta ofrecerse como sus mayordomos y algunos como colaboradores, grandes ejemplo de ello son Tony Velazco y Hugo Astorga, al igual que nuestros queridos y recordados: Delfina Ayala, José Ríos y Ken; todos se encargaban de seguir difundiendo la fe hacia Nuestra Santísima Madre, ya que a muchos de ellos les hizo ver que nada en este mundo es imposible si tenemos fe en ella, tanto así que concedió a sus pedidos.
Actualmente los nietos de nuestro recordado Pablo, conmovidos por la fe y amor a Nuestra Madre de la Merced pasaron a integrar la mayordomía, junto con ello perseverando para que la festividad crezca cada vez más. Pese a ello una gran piedra se nos atravesó en el camino, el terremoto del año 2007, siendo el epicentro en el departamento de Ica, lugar en donde se encuentra Nuestra Madre, hizo que se destruyera el anda e iglesia en donde se encontraba; pero como la fe es tan grande, nos estamos levantando de este tropiezo poco a poco con la unión y apoyo de todos, es por ello que acudimos a su corazón, para que así nos puedan ayudar a que la Iglesia sea reconstruida y de esa manera podamos hacer que Nuestra Madre tenga su altar, tal y cual lo tenía antes de este lamentable desastre natural. Por ello ayer, hoy y siempre Nuestra Madre sigue colmando de bendiciones a cada uno de los hogares del pueblo San Juan Bautista y a todos sus colaboradores de corazón.